Hace un año nos autoconvocamos en Asamblea porque decíamos BASTA a la prepotencia, a la mentira, a la cobardía. Lejos de negar el miedo, decidimos enfrentarlo, conociendo los riesgos que corríamos. Hoy seguimos autoconvocados y de pie.
La lucha de estos meses nos permitió ponerle cara a la fuente de todas esas calamidades.
Durante este último año vimos cómo, desde el poder, se iniciaron causas judiciales que al cabo de unos meses se caían por ridículas. Vimos cómo se pasearon por pueblos y barrios pidiendo con altoparlantes que se vaya un Sacerdote, cuando pisan la Iglesia sólo para hacer “inteligencia”. Fuimos testigos de la campaña de difamación al Dr. Padua y sus colaboradores, financiada por un espacio que debería ocuparse por el buen funcionamiento de un Hospital que hoy nos da vergüenza a todos los vecinos. Así como siguen inundando de panfletos todo Merlo y alre- dedores con diversas campañas de cobarde difamación. Asistimos con asombro a las golpizas a jóvenes militantes del EDE que cometieron el pecado de repartir volantes sin el permiso del Sr. Intendente. De la misma manera en que en abril del 2010 le pegaron a un alumno de la Media 15, en pleno acto oficial de inauguración del edificio anexo. Hoy gritamos, con toda firmeza, que LOS TIEMPOS DE PRESOS POLÍTICOS SE ACABARON CON LA DICTADURA. Que no es posible mantener preso durante semanas a un Concejal, Horacio Cepeda, para que “aprendan los rebeldes”.
Creemos que el Estado tiene como deber buscar el bien común de las personas. No es su función el dividirnos entre sometidos y rebeldes. NO ES ASÍ. No lo aceptamos.
Queremos decir, claramente, que NO ES NUESTRO OBJETIVO ESTAR EN CONTRA DEL SEÑOR INTENDENTE. ES ÉL Y SU APARATO POLÍTICO LOS QUE SE OPONEN A TODO MILITANTE, MOVIMIENTO SOCIAL O INSTITUCIÓN QUE REALIZA ACCIONES QUE SÓLO BUSCAN CONSTRUIR UNA SOCIEDAD MÁS JUSTA.
A nosotros sólo nos convocan la solidaridad, la justicia y la indignación. Si se persiguieran objetivos honestos desde el poder, no habría persecución política en Merlo.
Por eso creemos que la participación de todos no es sólo importante. Es absolutamente necesaria para cambiar estas cosas. Para que deje de “ser normal” entrometerse en la designación de un cura, en la conformación de cooperadoras de escuelas, centros de estudiantes, comisiones de clubes de barrio, de jubilados, sociedades de fomento, en donde lo único que se fomenta es el clientelismo.
Reivindicamos el derecho y la obligación de pensar y decidir el futuro de nuestras Instituciones, sin la tutela de nadie.
Por eso apelamos:
A los vecinos y vecinas en general, para que se animen a repudiar abiertamente estas prácticas que denunciamos y a participar activamente guiados por su conciencia. El silencio y la indiferencia son parte de una opción de la cual también somos responsables de sus consecuencias.
A los jóvenes, que no se dejen convencer de que lo malo no puede cambiar. Nada cambiará sólo si no creemos en el cambio.
A los Comerciantes, que nos acompañen en esta lucha que nada tiene de intereses políticos y sí mucho de interés por el bien de todos. Que se animen al menos a difundir lo que tenemos para decir. Con eso solamente, habremos logrado un gran cambio.
